martes, 16 de mayo de 2023

"NO TODOS LOS HOMBRES…"

Valoración profesional:

Hay una situación que se me viene a la mente cada vez que escucho esta frase.

Imaginemos que estamos en una tienda de ropa y que sólo nos dedicamos a mirar. No hemos comprado nada, pero al abandonar el establecimiento, saltan los detectores de la puerta. Empiezan a pitar altísimo, un sonido molesto, nos sobresaltamos. 



La persona responsable de la seguridad se nos acerca y nos pide registrar nuestra mochila, bolso, etc. Claramente aceptamos sin problema, porque somos conscientes de que nos hemos limitado a mirar, no hay motivo por el que alterarse ni estar alerta, mucho menos tener miedo: no llevamos nada encima, no hemos robado nada y lo sabemos. 


Claramente, esto es una metáfora. 


Me pregunto por qué razón un hombre que no ejerce machismo ni ninguna forma de violencia contra las mujeres de forma deliberada, se sentiría ofendido por el discurso feminista. Me pregunto por qué un hombre que no ha violado ni piensa violar a una mujer, se sentiría ofendido tras las protestas feministas y el “hermana, yo sí te creo” derivadas del caso de La Manada. 



¿Por qué el hecho de que las mujeres reivindiquemos nuestros derechos, denunciemos la violencia de género y hablemos de patriarcado se interpreta como un ataque hacia todos los hombres? 



Este es el efecto de ser personas socializadas en el patriarcado. El hecho de no poder cuestionar actitudes machistas significa no poder cuestionar a los hombres, que son quienes más las ejercen justo por eso mismo, por ser educados en una sociedad machista. Tal vez algo esté resonando.


“No todos los hombres…” 

Pero sí todas las mujeres.

Curioso. 


Valoración personal:

“No todos los hombres…”

Ya me jodería. 

Ya me jodería que fuesen todos los hombres los que agreden psicológica, física y sexualmente a las mujeres. Que ninguno se cuestionase nada y que todos y cada uno de los hombres fueran un clon de tu cuñado el que en Navidad dice que los inmigrantes vienen a quitarnos el trabajo, que las niñas salen provocando y que a los hombres también les pegan. 

Ya me jodería, pero es que si cada vez que tengo que hablar de feminismo me veo obligada a puntualizar que no todos los hombres son unos agresores, igual es que hay un problema, ¿verdad? Porque quiero pensar que eso se sobreentiende… ¿O quizás no? ¿Es hablar del machismo demasiado para el ego de los hombres con masculinidades tan frágiles como una casita de pan de jengibre? 

Si así fuera, ya me jodería. 


Para saber más: "No manipuléis el feminismo", de Ana Bernal Triviño.


Entrada elaborada por Demel - 1º TIGE


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